16 abr 2005

Todo a cambio de tocar tu boca, ir tocando con un dedo el borde de tu boca e ir dibujándola como si saliera de la memoria de mi mano. A cambio de avanzar por el resto de tu cuerpo con movimientos enérgicos hasta armar un boceto, hasta volver a inventarte y continuar la obra donde otros se detuvieron.
Te llené con las mejores palabras que encontré tras ojear velozmente algunos de tus libros, con frases fue cosiendo las coyunturas y después te soplé vida al decir tu nombre.
Volvía a pronunciar tu nombre, lo susurré sobre tu cara varias veces para que te reconocieras, para conjurar otra vez la vida dichosa que habíamos tenido durante los primeros días. Me pediste un lápiz, te lo di esperanzada en que retornara a ti el pulso firme, la palabra infinita, la daga de luz que alguna vez me movió a invocarte, pero sobre las baldosas pintaste mapas absurdos, dibujos obscenos, formas retorcidas. Sonreíste complacido mientras yo también fingía una sonrisa. Comprendí que ya no te reías conmigo, ahora te reías de mí.
Con una media sonrisa aguardé a que se silenciaran las carcajadas, tomé el desgajado libro, el lápiz mordido por tu angustia, la silla y empecé a crearte, esta vez sobre los papeles y con los ojos abiertos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

qué ondas morrilla, cómo estás? un comentario: darle el crédito respectivo a los autores de las imágenes propias y ajenas sería un buen acto de justicia, además todos sabrían cuales son tuyas y cuales no, podríamos profundizar en la búsqueda de algo que nos interesa, etc.

un saludo fraternal

a. dijo...

anthony micallef . enjoy !

oscar dijo...

julio, el gran gato.

Seekelectricity. dijo...

rojo, blanco y negro.
me gusta.

 
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