Por cuanto el Espíritu del Señor llena el mundo universo; y como comprende todas las cosas, tiene conocimiento de todo, hasta de una voz. Por eso no puede escondérsele, ni escapará del juicio vengador.Pues se le interrogará al impío hasta sobre sus pensamientos; y llegarán a los oídos de Dios sus palabras y sus obras para castigo de sus maldades. Porque la oreja celosa de Dios todo lo oye; ni encubrírsele puede el ruido o el susurro de las murmuraciones.Guardaos, pues, de la murmuración, la cual de nada aprovecha, o daña mucho y refrenad la lengua de toda detracción; porque ni una palabra dicha a escondidas se irá por el aire; y la cosa mentirosa da muerte al alma.
6 sep 2005
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